Ofrezco y
recomiendo los humos de este tabaco
al Espíritu de la Blanquita,
para que ponga mi
alma blanca,
a la estrella
poderosa del Sol
para que me dé
fulgor
en todas mis encomiendas
y en todo lo que
proponga hacer,
a la estrella
poderosa de Júpiter
para que me dé
brillo
ante todo el que
me mire
y a las demás
personas
para que yo sea de
su agrado.