Mi muy amado Santo Niño de Atocha
en esta hora de aflicción:
te alabo, te glorifico,
te santifico con todo mi corazón,
y te doy esta oración para que tu,
en recuerdo del amor puro
que supiste entregar a María,
tu Santa e Inmaculada Madre
y al Santo y Bondadoso José,
tu Padre protector en la tierra,
des paz y alivio a mi turbado corazón.