Finísimo fue el lino
con que María de la Cabeza fue tejiendo,
con que María de la Cabeza fue tejiendo,
a lo largo de su vida, esa historia de amor
que la hace bella a los ojos de Dios y bendecida.
que la hace bella a los ojos de Dios y bendecida.
Supo trenzar con tino
los amores del cielo y de la tierra,
los amores del cielo y de la tierra,
y santamente hizo altar del telar de su labores,
oración desgranada lentamente.