Dios Padre amoroso
que eliges a los más débiles ante el mundo
para confundir así a los fuertes,
concédeme la gracia de ser como Santa Inés,
fiel al amor de tu hijo Jesús,
que murió por nosotros en la Cruz,
fiel en lo mucho y en lo poco,
fiel en la alegría y en la tristeza,
fiel en la adversidad y en la bonanza,
fiel en el hogar y en el trabajo
fiel en el estudio y en la diversión
fiel en la bondad y en la oración.