Oh insigne apóstol de la caridad,
glorioso san Vicente de Paul,
que viviendo en el mundo
os hicisteis a todo y a todos,
y así los ganasteis para Jesucristo,
extendiendo vuestro celo
por la salvación de sus almas
y remedio de sus necesidades
a todas las clases de la sociedad
y a todo tipo de penurias.
Bondadoso san Vicente de Paul,
Bondadoso san Vicente de Paul,
os ruego también me ayudéis
con vuestra enorme clemencia
y me socorráis en esta gran necesidad
que en este momento me agobia: