¡Oh bendito San
Jerónimo Emiliani!,
que tanto te
sacrificaste por hacer el bien,
santo milagroso, toda tu vida estuvo
hecha de caridad
y la dedicaste con
todas tus fuerzas y energías
a conseguir la salvación
de las almas
y a confortar y
auxiliar a todo necesitado
que acudiera a ti solicitando tu mediación.