¡Corazón inmaculado de María!,
desbordante de amor a Dios y a la humanidad,
y de compasión por los pecadores,
y de compasión por los pecadores,
me consagro enteramente a ti.
Te confío la salvación de mi alma.
Que mi corazón esté siempre unido al tuyo,
Te confío la salvación de mi alma.
Que mi corazón esté siempre unido al tuyo,
para que me separe del pecado,
ame más a Dios y al prójimo
ame más a Dios y al prójimo
y alcance la vida eterna
junto con aquellos que amo.