Bendita santa Ana,
bienaventurado san Joaquín,
gloriosísimos padres de María Santísima,
amados abogados míos:
me alegro con vosotros de aquel
consuelo que tuvisteis
cuando, después de muchos ruegos y
oraciones,
os avisó el Ángel
que habíais de
tener una hija tan santa,
una hija destinada al mayor privilegio,
ser Madre de Jesús, el Redentor.
Miradme aquí postrado-a a vuestros
pies,
os suplico me recibáis por vuestro
humildísimo siervo-a
para que como tal os reverencie y
ame.
En esta ocasión vengo a suplicaros
vuestra ayuda, vuestra santa mediación,
para que aliviéis mis penas y sufrimientos,
para que me consigáis lo que tanto preciso:
(hacer la petición)
Es verdad que no merezco esta
gracia,
pero confío que me la conseguiréis
por el amor de María Santísima,
vuestra muy bendita Hija,
y por los
méritos de Jesús.
Acordaos de mi ahora que tanto os
necesito,
os suplico roguéis por mí al Señor,
para que resuelva mis grandes necesidades,
para que solucione mis graves problemas.
Santos amables y dichosos,
no me dejéis sin consuelo ante la adversidad,
dadme ayuda y consuelo en este momento
y también en la hora de mi
agonía;
asistidme entonces,
junto con Jesús,
María y José.
Amén.
Rezar tres Padrenuestros, tres Avemarías y tres Glorias.
La oración y los rezos se hacen tres días seguidos.
La oración y los rezos se hacen tres días seguidos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario