“Oye mortal, el
lamento de un alma aprisionada,
sola, triste,
abandonada en este oscuro aposento”.
Ánima mía, Ánima
de paz y de guerra,
Ánima de mar y de
tierra,
deseo que todo lo
que tenga ausente o perdido
se me entregue o
aparezca,
si es un objeto o
prenda, que lo encuentre,
si es la persona
amada, que a mí regrese,
que todo lo que he
perdido, yo lo recupere.
compadeciéndoos al
veros gemir y padecer
en el abandono de
esa dura y estrecha cárcel,
y deseo aliviaros
vuestra aflicción;
ofrendaos todas
aquellas obras meritorias,
que he
pasado, paso y he de pasar en esta vida,
para que paguéis
vuestras culpas a Dios,
y alcancéis su
gracia.
Esperando me
haréis el gran beneficio
de pedirle que dé
a mi entendimiento la luz necesaria
para que yo cumpla
su Santa Ley,
amándole sobre
todas las cosas
como a mi único y
sumo bien,
a mi prójimo como
a mí mismo,
pues así mereceré
de su Divina Majestad,
y por medio de su
Misericordia Infinita,
mi eterna salvación.
Amén.
Hacer la petición y rezar tres Padrenuestros,
tres Avemarías y tres Glorias.
Repetir durante 9 días seguidos la oración y los rezos.
Hacer la petición y rezar tres Padrenuestros,
tres Avemarías y tres Glorias.
Repetir durante 9 días seguidos la oración y los rezos.
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