lunes, 9 de septiembre de 2013

ORACION AL ANGEL DE LA PAZ NOCTURNA Y LOS SUEÑOS TRANQUILOS PARA DORMIR BIEN




¡Oh santo Ángel de la paz nocturna!
¡Querido Ángel de los sueños buenos y tranquilos!,

Ángel que vigilas la noche y su oscuridad,

 hoy que me siento deprimido, angustiado y triste

y que necesito tu aliento y auxilio,

escucha mi ruego al Señor

para que te envíe a mi lado: 


Padre mío, ahora que las voces se silenciaron
y los clamores se apagaron,
aquí al pie de la cama mi alma se eleva hasta ti,
para decirte que creo en ti, espero en ti,
te amo con todas mis fuerzas,
¡Gloria a ti Señor! 

 
Padre mío,
necesito que envíes el Ángel de la Paz a esta casa,
 yo lo recibiré con los brazos abiertos
y con su presencia me sentiré acompañado,
seguro y tranquilo, confortado y aliviado,
me ayudara a olvidar mis desesperanzas y miserias,
y mis penas y problemas que son muchos.

Deposito en tus manos la fatiga y la lucha,
las alegrías y desencantos de este día que quedó atrás.

Si los nervios me traicionaron,
si los impulsos egoístas me dominaron,
si permití la entrada al rencor o a la tristeza,
perdón Señor.

Ten piedad de mí.

Si he sido infiel, si pronuncié palabras vanas,
si me dejé llevar por la impaciencia,
si fui espina para alguien, perdón Señor.

No quiero esta noche entregarme al sueño,
sin sentir sobre mi alma la seguridad de tu Misericordia,
tu dulce Misericordia, enteramente gratuita, Señor.

Te doy gracias, Padre mío,
porque has sido la sombra fresca
que me ha cobijado durante todo este día.

Te doy gracias porque,
invisible, cariñoso, envolvente,
me has cuidado a lo largo del día.

Padre mío, te doy las gracias
por los favores concedidos durante la jornada,
gracias por el sueño reparador que me darás;
 por ello, envía el Ángel de la Paz a mi casa
para que vele por mi durante la noche,
para que me defienda de dudas y temores,
para que aleje pesadillas y malos sueños

Señor, a mi alrededor ya todo es silencio y calma.

Envía el Ángel de la Paz a esta casa.

Relaja mis nervios sosiega mi espíritu,
suelta mis tensiones,
inunda mi ser de silencio y serenidad.

Vela sobre mí, Padre querido,
mientras me entrego confiado al sueño,
como un niño que duerme feliz entre tus brazos.

En tu nombre Señor, y con el Ángel de la Paz a mi lado,
estoy seguro que descansaré tranquilo.

Amén.

Rezar tres Padrenuestros, tres Avemarías y tres Glorias. 

Repetir tres noches seguidas.




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