Por la Santísima Trinidad,
herradura yo te
bautizo,
en el nombre del
Dios Padre,
del Dios Hijo
y del Dios
Espíritu Santo:
herradura yo te
pido, yo te solicito:
dame suerte, salud
y dinero.
Señor Santiago,
tú que por el
monte anduviste,
entre espinas y
abrojos,
y a los enemigos
les vendaste los ojos,
con el gran poder
que tienes,
quiero así,
que como pusiste a
tu caballo la herradura,
y con ella te
libraste en el campo de batalla,
así quiero,
por ese
gran poder que Dios te ha dado,
que esta herradura
me de suerte, salud y dinero.
Jesús, recordando estoy todas estas cosas,
Jesús, recordando estoy todas estas cosas,
y hay muchas más,
y
todas ellas fueron santamente cumplidas.
Este es el deseo
que pienso en estos momentos:
que esta herradura
sea un imán muy poderoso
con todas las
virtudes y prodigios,
que con la
herradura pueda hacer cuanto yo quiera.
Me será fácil
salir de cualquier parte,
sin que nadie lo
sepa o lo note siquiera,
con la herradura
podré conseguir dinero y honores,
con la herradura
podré lograr
que me amen todas
las personas que yo quiera,
librarme de todo mal, espíritus dañinos y maleficios,
ponerme a salvo
de mis enemigos
y librarme de todo
acontecimiento fatal de la vida,
todo esto lo creo,
todo esto lo sé como
si lo estuviera viendo,
todo esto lo
tendré por tus incomparables virtudes.
Así sea. +
Bautizar la
herradura con agua bendita y sal,
hacer la oración y rezar el Credo y Gloria.
Colocarla a la
entrada de la casa
o llevarla en la
cartera con monedas.
Para obtener
mejores resultados, sujetarla entre las manos
y repetir la
oración durante siete días seguidos.
Para mantenerla
activa, hacer la oración cada mes.
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