¡Oh dulcísimo Jesús crucificado,
hijo unigénito del Eterno Padre,
y de la Inmaculada Virgen María!
Como pobre vengo a Vos, que sois misericordioso,
para que deis solución a mis necesidades;
como criatura enferma,
acudo a Vos que sois el médico verdadero
y único dador de salud,
No permitáis Señor
que yo me aparte de vuestros pies sin consuelo,
no me dejéis sin remedio en lo que os imploro:
(hacer la petición).
Concededme lo que humildemente os solicito
Concededme lo que humildemente os solicito
por vuestro adorable Corazón,
y el de vuestra amante Madre;
no atendáis a mis culpas,
que os obligarán a abandonarme;
atender a vuestros méritos,
que así me haréis merecedor.
Con éstos, pues, supremos méritos vuestros,
junto mis deprecaciones,
esperando conseguir por ellos,
lo que por los míos nunca podré alcanzar.
Y desde ahora para siempre
os doy las debidas gracias,
por el buen favor que confió
habré de obtener de vuestra misericordia,
la cual sea alabada eternamente.
Amén.+
Rezar tres Padrenuestros y tres Glorias.
Repetir la oración y los rezos tres días seguidos,
o nueve si la petición es muy difícil y urgente.
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