Virgen Santísima, Madre de Dios,
María
Santísima de la Abundancia,
Reina del cielo y de la tierra,
desde vuestro trono de gloria
dirigid hacia nosotros vuestra mirada
piadosa.
Nuestros antiguos padres,
llenos de confianza en vuestra maternal
protección
os invocaron con el dulce nombre
de Madre de la Abundancia,
encomendándoos la fertilidad de los campos,
y el fruto de sus sudores
y no fueron jamás abandonados.
También nosotros,
También nosotros,
a imitación de nuestros antepasados,
postrados a vuestros pies,
nos encomendamos a Vos.
nos encomendamos a Vos.
Bendecid ¡oh Madre!, nuestros hogares,
nuestras fatigas y nuestros sudores.
Alejad de nosotros la ruina y todo aquello
que impida nuestra prosperidad,
dadnos lo necesario para abrir nuestros
caminos
a la prosperidad y al éxito,
haced que consigamos un trabajo bien pagado,
que los negocios crezcan y triunfen,
que los negocios crezcan y triunfen,
no dejéis que la miseria, las necesidades y
carencias
nos agobien en nuestros hogares.
Ayudadnos para que las deudas y pagos no se
acumulen
y podamos
hacerlas frente sin problemas.
¡Oh madre! Bendita Virgen de la Abundancia,
haced de manera que,
provistos de las cosas necesarias para la
vida temporal,
podamos dedicarnos con mayor fervor
a la salvación de nuestras almas.
Amén.+
Virgen Santísima de la Abundancia
¡Ruega por nosotros!
Rezar la Salve y Avemaría.
Hacer la oración tres días seguidos.
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