¡Oh, Padre
Misericordioso, Padre de amor y bondad!
¡Oh Dios, el
Creador de este vasto universo!,
estoy aquí para
abogar a favor de mi vida financiera.
Que desde parte
superior de mi cabeza
hasta las plantas de los pies,
yo este rodeado por un manantial de riqueza.
Vierte sobre mí el don de la abundancia,
para que yo vea su gloria
y proclame su existencia donde quiera que
vaya.
Y que el ángel del dinero me visite
Y que el ángel del dinero me visite
y ponga en mis manos el espíritu de la
fortuna,
para que todo lo que toque venga a prosperar
y lo que sea errado pase a ser acertado.
Que el oro y la
plata
vengan de las cuatro partes del mundo
para que yo sea bendito y tenga muchas
posesiones.
Manifiesta en mí tu grandeza
y hazme ganar, prosperar, conquistar y enriquecer,
porque tú eres un Dios que suma,
multiplica y agrega.
Por el poder y en
nombre de Jesús
levanto mi voz y profetizo
que a partir de
ese momento,
el dinero vendrá
de todas las direcciones,
y de todos los
confines,
en abundancia.
Ahora mi destino
está sellado
porque soy un hijo (a) de Dios,
que creó toda la riqueza del mundo
y por ello voy a ser muy rico (a).
Dame, oh Padre
Celestial,
el espíritu de la
fortuna y toda su riqueza
y abundancia en mi vida según tus designios,
porque para ti Señor
¡todo es posible!,
sé que el Señor puede interferir en mi vida
y que mi llamamiento para llegar a sus
riquezas,
vertido en mi vida,
será concedido.
Eso es lo que te
pido y determino que pasará,
por mi fe en el
nombre poderoso de Jesucristo.
Gracias Señor.
Amén. +
Rezar el Credo, Padrenuestro y Gloria.
Repetir durante siete días seguidos.
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